en mi circo
Bajo la carpa donde me sueño, donde cuelgo mi trapecio a una altura imposible, no hay un número de circo de pulgas.
En su lugar, la domadora intenta amaestrar nostalgias imposibles.
Bajo la carpa donde me sueño, donde cuelgo mi trapecio a una altura imposible, no hay un número de circo de pulgas.
En su lugar, la domadora intenta amaestrar nostalgias imposibles.
0 comentarios:
Publicar un comentario