viernes, 25 de diciembre de 2009

fantasmas

ilustración de Juan Palomino

Duermo, todavía, en mi lado de la cama. No consigo apropiarme del resto de ella, como si no me perteneciera: es tierra de nadie.

A veces me visitan los fantasmas. Son otras versiones de mí misma, que he ido perdiendo o desterrando, que se niegan a olvidarme y desaparecer.

Hay noches que se pegan a mi espalda sin llegar a abrazarme. Entonces amanezco triste, ausente, desapegada de la tierra que piso, sorda al crujido de la grava que me acompaña al trabajo, ciega a la luz de la mañana que juega entre los árboles.

Sólo el tacto frío de la cerradura, la suavidad de las tapas bajo mis dedos, el rumor de las páginas al volverse y las promesas de nuevas historias que esconden los miles de libros que me rodean, me hacen regresar.

Y pienso entonces que quizás algún día pueda volver a declarar mi cama, tierra mía.

5 comentarios:

la chica de las biscotelas 26 de diciembre de 2009, 16:37  

yo no he vuelto a sentir una cama como mia desde el dia que plegué el nido, desde que guardé el "enredón crujiente"...
lo único familiar que me queda en la que ahora uso es un saco de dormir azul de alguien que no sé si está o si es un holograma...
me parece un texto fantástico!

la trapecista 26 de diciembre de 2009, 16:58  

gracias! (sonrojo) hace años que dejé de escribir, y todavía estoy recuperando la forma...

la chica de las biscotelas 26 de diciembre de 2009, 17:02  

si esto es recuperar la forma es que eras una gran atleta, una trapecista de vértigos!!

Juan Palomino 28 de diciembre de 2009, 2:52  

Gracias.

Olalla 28 de diciembre de 2009, 20:53  

qué bien que hays vuelto!