miércoles, 21 de octubre de 2009

Espantapájaros

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros.
Llorar la digestión. Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas, las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las
veredas y los paseos, y salvarnos, a nado,
de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo..si es verdad
que los cacuíes y los
cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo
con la nariz, con las rodillas. Llorarlo
por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliveiro Girondo

0 comentarios: